Extret de: "Diario de los viajes hechos en Cataluña" (1790) de Francisco de Zamora
“Salimos de Blanes y, después de un rato, pasamos la Tordera, paso peligroso por las avenidas que suele tener y por lo falso de su piso. Aturden los estragos que causan estos ríos.
En sus orillas hay algunas arboledas.
Entramos en el camino de Francia que se dirige a Malgrat, notando que parece que el terreno se suaviza y ensancha desde que se sale de Blanes.
La primera villa que se halla inmediata a la Tordera es la de Villanueva de Palafolls o Malgrat, distante de dicho río media legua. Su situación es en llano, cerca del mar, y sobre el mismo camino de Francia. Las calles son anchas y bastante derechas.
Para estar en la marina es algo fría, pero de mucho comercio y fecundo su término –nombrado Palafolls- de toda especie de frutos i frutas. En especial se cogen pasadas de cinco mil cargas de vino, de mediana calidad, y quince mil cuarteras de granos: esto es, trigo, maíz, judías, guisantes, habas y otros. El producto del pescado y aceite asciende a seis mil libras al año. La matrícula es de 200 hombres. Hacen el tráfico en el Reino de Valencia y otras partes 25 buques de cuatro toneladas; y de pescar hay 30, que consisten en una tonelada, dedicándose también al comercio del carbón, que transportan para la provisión de Barcelona; y a este comercio tienen empleadas pasadas de cien mil libras. Se emplean en el trabajo de encajes setecientas mujeres y muchachas, y se computa su trabajo anual a 25.550 libras catalanas. Su vecindario es de poco más de 300 casas. Hay una sola iglesia, que es la parroquial, y ésta se construye de nuevo muy pomposamente mediante un cuarenteno impuesto en sus frutos y comercio, con licencia del Consejo. Los de su residencia son el cura párroco, el teniente de cura y el clavero. Tiene un maestro que enseña las primeras letras y gramática, la cual se paga de los propios de la villa y es dotado por su Majestad; y algunas mujeres se dedican a enseñar a las muchachas de hacer encajes, mediante pagarles un tanto al mes, como media peseta. A media hora del pueblo se hacen muchas casas nuevas.
El carbón y leña que llevan a Barcelona baja de Hostalrich y sus contornos. Hay una fábrica de aguardiente y tres escudilleros, y la tierra es de cerca del pueblo.
No hay fabricantes de áncoras. La torre de Santa Susana está a más de un cuarto del pueblo, otro tanto del mar, y está casi arruinada.
Salimos de Malgrat, viendo la calidad buena de la tierra de estas llanuras y, a la derecha, el pueblo de Santa Susanna (...)”
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3 comentaris:
Si en francisco de Zamora aixequés el cap...
Diu " se construyen muchas casas nuevas"? Parla d'un avantpassat d'en Quinta?
En Quintus Caementicus Maximusatope.
És un document digne de Nostradamus!
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